La infección por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 (COVID-19), es actualmente una emergencia de salud pública. El miércoles 11 de Marzo la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró este brote como pandemia. En vista de su rápida propagación por todo el mundo, su creciente incidencia y la preocupación por el impacto sobre la salud femenina, he preparado una síntesis de los principales aspectos y recomendaciones relacionadas con el embarazo y la reproducción.
Coronavirus y COVID-19
A fines de Diciembre de 2019, aparecieron múltiples casos de una neumonía de causa inexplicada en la ciudad de Wuhan, China. El 12 de enero de 2020, la OMS nombró oficialmente a este virus como "Nuevo Coronavirus 2019 (2019-nCoV o SARS-CoV-2) y la enfermedad que produce “COVID-19”. Rápidamente aparecieron casos confirmados en el sudeste de Asia, Europa y América del Norte, atrayendo la atención mundial.
El nombre de coronavirus se acuñó en los años 60, cuando estos tipos de virus fueron observados por primera vez en el microscopio. Su estructura típica se caracteriza por la presencia de una corona que lo rodea.
Ya existía el antecedente de otros coronavirus, como el del síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV) y el coronavirus del síndrome respiratorio del Medio Oriente (MERS-CoV) los cuales afectaron a más de 10.000 personas en todo el mundo, con una tasa de mortalidad del 37% en el MERS-CoV y 10% en el SARS-CoV. Es importante destacar que se reportó una tasa de mortalidad del 25% en la infección por SARS-CoV en mujeres embarazadas.
¿Como se contagia el coronavirus?
La información disponible sugiere que la infección fue originariamente zoonótica (que puede transmitirse entre animales y seres humanos) pero la transmisión actual es de persona-persona, ya sea por gotitas, después de un contacto cercano con una persona infectada (< 2 metros) o contacto directo con superficies contaminadas por secreciones infectadas, incluyendo las deposiciones. Estas secreciones infectan a una persona sana si entra en contacto con sus mucosas, es decir, con la nariz, los ojos o la boca.
Además de ser altamente contagioso, otra particularidad del virus es su capacidad de sobrevivir en superficies inertes. El coronavirus puede encontrarse activo en una superficie inerte hasta 9 días después de que haya sido depositado en ésta. Esto facilita que pueda sobrevivir varios días en superficies metálicas, como manillas de puertas o barandas de escalera, a la espera de ser transmitido a un nuevo hospedador que pose su mano sobre dicha superficie.
La posibilidad de transmisión vertical (madre a hijo vía intrauterina o por el canal de parto) es muy poco probable y no se ha podido demostrar en ningún caso durante el brote actual de COVID-19 en China, ni tampoco en epidemias previas por SARS-CoV o MERS-CoV. Existen algunos casos reportados de mujeres positivas para Covid-19 que dieron a luz a niños sanos y libres de la enfermedad.
Hasta ahora en los pocos casos de infección en recién nacidos, no ha sido posible confirmar de que esto fuera a través de transmisión vertical, planteando de forma más probable que son todos a partir de transmisión horizontal.
Además los estudios existentes no han evidenciado presencia del virus en fluidos genitales, líquido amniótico ni tampoco en la leche materna.
El periodo de incubación habitual es de 4 a 6 días pero puede variar entre 2 y 14 días.
¿Cuándo sospechar que tengo la infección y cuándo consultar en urgencias?
La COVID-19 se caracteriza por síntomas leves, como secreciones nasales, dolor de garganta, tos (76%) y fiebre (90%). La enfermedad puede escalar en severidad en un 20% de los casos y provocar dificultad respiratoria y luego a una neumonía grave y distrés respiratorio agudo. Las personas de edad avanzada o con otras patologías crónicas como el asma, diabetes, cardiopatías o inmunodepresión pueden ser más vulnerables y presentar gravedad rápidamente.
Distintas guías clínicas en diferentes países coinciden en recomendar el consultar en unidades de emergencia al presentar fiebre (mayor de 38º), tos y dificultad respiratoria. Este último síntoma es de los más importantes, puesto que un resfrío común no se presenta con él.
Las autoridades sanitarias y expertos recalcan lo importante de seguir esta norma, puesto que si no presentas los síntomas corres mayores riesgos de contagiarte del virus en los centros de salud, puesto que ahí se concentran las personas enfermas y probablemente tengas que estar varias horas esperando atención debido a la saturación del sistema.
Si vienes llegando del extranjero o has estado en contacto directo con alguien contagiado o que presente síntomas, debes tomar las medidas de aislamiento que detallaremos más abajo y consultar en urgencias según gravedad.
Las embarazadas no parecen tener una mayor susceptibilidad para contraer la infección, ni de presentar complicaciones graves, pero los datos existentes son limitados. Sin embargo, las complicaciones en una embarazada deben ser identificadas y tratadas de forma precoz si se presentan.
¿En qué consiste el aislamiento y la cuarentena?
Si consultas en urgencias, el personal sanitario evaluará tu condición y antecedentes y según ello podrá determinar un aislamiento. Dependiendo de la disponibilidad del examen específico para diagnosticar el COVID-19 (PCR para COVID-19) y de tu gravedad, se puede indicar aislamiento en tu domicilio (por ejemplo si no cuentan con el examen y no tienes gravedad, podría considerarse que tienes la enfermedad en forma leve, y por ello debes permanecer aislado); o aislarte dentro del mismo hospital, a la espera de poder realizar el examen de PCR, sin acompañantes y con mascarilla.
Los casos confirmados serán aislados en salas de presión negativa, y en caso de necesidad, ser ingresado a una unidad de cuidados intensivos.
Tus acompañantes y visitas podrían ser aislados también, pues pueden tener el virus y estar dentro de la ventana en la que son infecciosos pero asintomáticos.
En caso de tener la enfermedad confirmada y el aislamiento o cuarentena se pueda realizar en casa, tendrás que dormir en una habitación aislada y ventilada, evitando los desplazamientos dentro del inmueble si vives con más personas. Debes tener tus propios utensilios para comer y de aseo. La persona que te atienda debe usar mascarilla, lavarse las manos tras cada contacto y usar guantes desechables en caso de tener contacto con fluidos corporales.
Áreas comunes como el baño deben desinfectarse al menos una vez al día con cloro diluido en agua (450 cc de agua y 50 cc de cloro) y también desinfectar la ropa personal y de cama, manipulando en bolsas plásticas y lavando a altas temperaturas, con detergente.
Tus contactos y personas que vivan contigo serán monitorizados por la Autoridad Sanitaria.
Manejo clínico de la embarazada con infección por Covid-19
Tanto en la sospecha como en el seguimiento de esta enfermedad, se realizarán varios tipos de exámenes, incluyendo frotis del tracto respiratorio superior (nasofaríngeo) exámenes de sangre, radiografía de tórax y TAC de tórax. Para estas últimas exploraciones se utilizarán las medidas habituales de protección fetal (delantal abdominal). Recuerda que los exámenes irradiantes si se realizan en la embarazada cuando los beneficios superan los riesgos.
Si se confirma la enfermedad y te encuentras tu y tu bebé clínicamente estables, podrás ser dada de alta con recomendaciones y medidas de aislamiento domiciliario (enunciadas más arriba):
En tu domicilio debes mantener reposo, control periódico de la temperatura, medicamentos antitérmicos como paracetamol 500 mg - 1 gr mg/8h, hidratación adecuada
Es importante destacar que durante esta etapa, la mayoría de los centros de salud que atienden a embarazadas están posponiendo los controles rutinarios y ecografías. Debes ponerte en contacto con tu médico para ver cómo estas medidas te podrían afectar a ti.
En caso de consultar en urgencias por algún motivo ginecologico u obstetrico y el personal sanitario detecta criterios sospechosos de Covid-19, serás aislada y los profesionales que te atiendan se protegerán con mascarillas y trajes de aislamiento. En caso de que lo obstetrico sea de real urgencia, su evaluación y resolución no será demorada para la obtención de las muestras respiratorias, ni para realizar el protocolo diagnóstico COVID-19.
Si requieres hospitalización, a excepción de las medidas de contacto y aislamiento, el manejo de una embarazada se realiza de forma habitual, incluyendo ecografías, monitorización fetal y maduración pulmonar fetal con corticoides.
Actualmente no existe un tratamiento específico frente al COVID-19, pero para la atención de los casos con complicaciones se están empleando tratamientos con inhibidores de la proteasa (lopinavir/ritonavir) asociados a un antipalúdico (hidroxicloroquina), y en los casos más graves a interferón β. Estos tratamientos no están contraindicados durante el embarazo.
De forma ideal, el parto debería producirse cuando se hayan negativizado las muestras para Covid-19. Sin embargo, en caso de iniciarse el parto de manera natural, este se conducirá de manera espontánea, o si requieres de la interrupción por alguna causa obstétrica, esta se planificará según criterios habituales.
La vía de parto va depender de las condiciones obstétricas y del estado fetal. Deberás utilizar mascarilla quirúrgica durante todo el proceso y se deberá minimizar al máximo el personal implicado en la atención del parto. A priori, COVID-19 no contraindica el parto vaginal.
Para evitar el contagio al recién nacido, una vez nazca se evitará el contacto piel con piel.
¿Cual es el manejo postparto en paciente Covid-19?
La evidencia actual indica que el riesgo de transmisión vertical intraparto, o a través de la lactancia materna, es muy poco probable, y los casos de infección neonatal descritos provienen de transmisión respiratoria.
A pesar de ello, a todos los recién nacidos de madre con infección confirmada se les tomarán muestras para estudio.
Lo ideal es separar al recién nacido de la madre e ingresarlo en una habitación individual con aislamiento de contacto y gotas, por ejemplo en incubadora. Sin embargo, de no ser posible, una alternativa es el ingreso en la misma habitación que la madre (madre con mascarilla), a 2 metros de distancia o separación por cortina o biombo. Una vez descartada la infección del recién nacido, si su estado lo permite, y de forma consensuada con la madre, éste podría ser dado de alta a cargo de algún familiar que no sea contacto sospechoso.
Lactancia Materna
La mayoría de las sociedades científicas internacionales como la OMS y CDC recomiendan que si el estado materno lo permite, puede promoverse la lactancia materna durante el período de riesgo infeccioso, utilizando extractores de leche con estrictas medidas de higiene.
La leche materna sería administrada por el personal sanitario o por un tercero, que debe estar descartado como contacto sospechoso. Posteriormente se podría considerar que lo hiciera la propia madre con utilización de mascarilla, y correcta higiene de manos.
Sin embargo, grupos de expertos de China y España, recomiendan lactancia artificial hasta que no existan datos suficientes.
En caso de optar por esto último, puede mantenerse la producción de leche mediante extracción y posterior eliminación de la misma hasta que la madre resulte negativa para Covid-19.
La decisión final sobre el tipo de lactancia se deberá consensuar entre la paciente y los neonatólogos en base a las actualizaciones científicas del momento y el estado de salud de la madre y el recién nacido .
Resultados perinatales y maternos en COVID 19
No existen pruebas sólidas de ningún efecto negativo de la infección por COVID-19 en los embarazos, especialmente aquellos en etapas tempranas, tal como lo indican las últimas actualizaciones del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) en los Estados Unidos y otros en Europa.
En los estudios realizados durante la epidemia en China se vio que la gran mayoría de niños nacidos de madres infectadas nacían libres del virus, y sólo algunos datos limitados han reportado resultados obstétricos adversos (ruptura prematura de membranas, parto prematuro) en pacientes COVID-19 positivo.
Las pacientes que se encuentren en este momento embarazadas deben estar tranquilas, ya que no se ha visto que exista ningún efecto teratogénico (malformaciones congénitas) que afecte al feto. Estos datos, aunque son alentadores, están acotados a series de casos pequeñas y deben interpretarse con precaución. La gran mayoría de los reportes son en embarazos en etapas finales, faltando aún información sobre el efecto de la infección por COVID-19 en embarazos iniciales.
Sin embargo, tomando en cuenta de que existen datos de resultados maternos y neonatales adversos en casos de infección grave por otros coronavirus (como el SARS); es que debe afrontarse la situación actual con extremo cuidado.
Reproducción y COVID-19
Como medida de precaución, se aconseja que todas las mujeres que están en campaña de embarazo, o aquellas que consideren o planeen un tratamiento de fertilidad, incluso si no cumplen con los criterios de diagnóstico para la infección por COVID-19, deben evitar quedar embarazadas en este momento.
Aquellas pacientes que ya están en un tratamiento de fertilidad, se sugiere diferir el embarazo a través de la congelación de ovocitos o embriones para su posterior transferencia.
Resumen de Recomendaciones
La COVID-19 se transmite persona-persona: por gotitas, contacto cercano con una persona infectada o contacto directo con superficies contaminadas
El virus es altamente contagioso y sobrevive varias horas en superficies inertes.
El periodo de incubación puede variar entre 2 y 14 días.
Los síntomas más frecuentes de COVID-19 son las secreciones nasales, tos (76%), fiebre (90%) y dificultad respiratoria en casos más severos.
Ante la sospecha o si eres contacto de alguien contagiado debes tomar medidas de aislamiento y consultar en urgencias según gravedad.
Las embarazadas no parecen tener una mayor susceptibilidad para contraer la infección ni de presentar complicaciones graves.
Las embarazadas deben evitar viajar a áreas conocidas de infección y el contacto con personas potencialmente infectadas.
Las embarazadas se pueden realizar radiografías y TAC de tórax ante la sospecha de COVID-19 (los beneficios superan los riesgos).
Las embarazadas con cuadros leves pueden ser manejadas de forma ambulatoria en domicilio y con aislamiento.
En la etapa de emergencia sanitaria, la mayoría de los centros de salud están posponiendo los controles rutinarios y ecografías. Contacta a tu medico.
Embarazadas con COVID-19 que necesiten hospitalización tendrán manejo habitual en relación a las ecografías, monitorización fetal y maduración pulmonar fetal con corticoides.
Fármacos que se están probando en COVID-19: Inhibidores de la proteasa (lopinavir/ritonavir), antimaláricos (hidroxicloroquina) e interferón β no están contraindicados durante el embarazo.
A priori, COVID-19 no contraindica el parto vaginal.
Se deberá evitar el contacto del recién nacido con la madre positiva a COVID-19
El tipo de lactancia se decidirá entre la madre y los neonatólogos, aunque actualmente no hay datos de contagio a través de la leche.
No se ha descrito que las mujeres infectadas con coronavirus puedan transmitir la enfermedad al feto.
Se aconseja que todas las mujeres que están en campaña de embarazo, o aquellas que consideren o planeen un tratamiento de fertilidad deben evitar quedar embarazadas en este momento.
Pacientes que ya están en un tratamiento de fertilidad deben considerar diferir el embarazo a través de la congelación de ovocitos o embriones.
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